TUTOR VIRTUAL


Según García (2001) en Pagano (2008:3) “la palabra tutor hace referencia a la figura de quien ejerce protección, la tutela, de otra persona menor o necesitada”. A lo que Vexler (2000) en Villar y Licona (2011) añade:
  
La tutoría tiene un carácter preventivo y formativo cuya finalidad es acompañar y guiar a los alumnos en su desarrollo afectivo y cognitivo, y donde la acción tutorial tiene como objetivos principales: a) Promover el desarrollo gradual de la identidad y la autonomía del alumno en el espacio de formación. b) Desarrollar valores y actitudes sociales de los alumnos a nivel individual y grupal. c) Acompañar al alumno en el proceso de mejoramiento continuo de su rendimiento académico. d) Promover la participación de los alumnos en todas las actividades que se den dentro del ámbito educativo. (En línea).


Es evidente entonces, que el tutor es una persona que debe estar altamente calificada para mantener una buena relación interpersonal, además, de mantenerse constantemente actualizado en cuanto a investigaciones relacionadas a su área, motivado a que es responsable de la formación educativa, aportando las herramientas para que el estudiante desarrolle el proceso de aprendizaje, respondiendo al mismo tiempo a sus inquietudes y necesidades.



De esta manera, el tutor virtual debe estar capacitado para adentrarse en un entorno virtual, que no solo requiere de un manejo adecuado a las tecnologías, sino que a su vez debe saber fusionar sus cualidades con las prácticas de trabajo online, lo cual representa sin duda algunos desafíos y exigencias de gran complejidad que deberá enfrentar  y en relación a estos requerimientos García y Pineda (2011) indican que:


La naturaleza diversa y cambiante de los entornos virtuales de aprendizaje influye de manera directa sobre el tipo de habilidades y tareas que el profesor deberá desarrollar como parte de su labor docente en este tipo de entornos. Así mismo, el contexto institucional resulta fundamental para poder orientar la construcción de dicho perfil. (p.13).


Resulta pertinente acotar entonces, que para que el tutor logre una relación intrínseca y una interacción efectiva con sus alumnos debe involucrar aspectos no solo prácticos sino también habilidades sociales, que deben estar en continua revisión para que la función que desempeña este profesional de acompañar al discente en su proceso de aprendizaje sea la adecuada. 

Podría entonces el tutor sentirse bajo estrés al momento de intentar abarcar todos esos aspectos y al mismo tiempo cumplir con las exigencias que cada día este proceso tecnológico va demandando. Por otro lado también debe tomarse en consideración efectos que el e-learning ocasiona en la vida personal del tutor; y uno de ellos es que lo aleja de su entorno social y familiar debido a la organización característica de las tareas y responsabilidades en este proceso de enseñanza, ya que el hecho de que una persona de un lado del computador decida en qué lugar y horario va a tomar sus lecciones virtuales (alumno) obliga a la otra a responder al llamado y acudirá a la conexión (tutor).


Referencia bibliográfica 

García, Benilde y Pineda, Jocelyn (2011). Evaluar la Docencia en Línea: Retos y Complejidades. Documento en línea. Disponible: http://www.redalyc.org/pdf/3314/331427215004.pdf.

Pagano, Claudia (2008). Los tutores en la educación a distancia. Un aporte teórico.  Documento en línea. Disponible: http://www.uoc.edu/rusc/4/2/dt/esp/pagano.pdf

Villar, Gabriela y Licona Ana (2011). El Docente en el Rol de Tutor Virtual en los Entornos Virtuales de Aprendizaje Reflexiones desde la práctica. Revista Paradigma, (30), 135-153.